Eduardo Mileo - Un lento abandono del mar
Eugene Delacroix (1798 – 1863)
Hoy vi a un niño
tratando de liberar a un
pájaro de su jaula.
Abrió la pequeña puerta
y el pájaro no pudo
o no quiso
volar.
¿Quién guía hacia la libertad?
¿O es la libertad la que guía
hacia el camino que elegimos?
La Libertad guiando al pueblo (1830)
Patricios y plebeyos, jóvenes y no tanto, empuñan sus armas
y avanzan guiados por la Libertad, que enarbola una bandera
francesa. Uno se imagina los acordes de “La Marsellesa” en el
paso marcial del pueblo, pero, en cambio, se ve en el centro a la
Libertad como una mujer semidesnuda, sucia, caminando sobre
un piso de cadáveres. La fraternidad, la igualdad, la libertad, no
llegaron del cielo.
*
Edward Hopper (1882 – 1967)
El bar es mi segunda casa.
La primera si pienso
donde paso más horas.
Algunos lo llaman soledad.
Para mí es inquietud
por el mundo:
me gusta observar,
sentir cómo vive la gente
o se deja morir.
El momento precioso es a la noche,
con la calle vacía;
el bar tiene el olor de toda la jornada.
Entonces suceden las historias
que me gustan pintar:
un acercarse de manos,
un gesto del sombrero,
el mozo que me pregunta
si quiero más café.
Noctámbulo (1942)
Los personajes se ven de lejos: parecen todos extras. Pero en
vida, los protagonistas reales están en todas partes. Personas
para atisbar con largavista, descubrirles la lontananza del hastío,
la comida recalentada, los agujeros de las medias. Creo en un
arte del tedio, las cosas que se escriben cuando no se tiene nada
que decir. Esta pintura es así.
*
Joseph Mallord William Turner (1775 – 1851)
Observar la decadencia es una cosa,
poder pintarla es otra
muy distinta.
Prefiero el momento previo,
la dignidad con que alguien
camina hacia el cadalso.
No sé ponerle piel
a ese destino.
Cualquiera
que haya visto morir un barco
ya es una parte del mar.
El Temerario remolcado a su último fondeadero
para ser desmantelado (1839)
El cielo está de sangre. Pocos atardeceres duelen tanto en los
ojos. Parece que lloviera un fuego lento que secara las aguas,
que secara las cosas. Un barco, sin embargo, progresa hacia su
muerte. ¿La vida es eso: un lento abandono del mar?
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Eduardo Mileo nació en Buenos Aires el 4 de julio de 1953. Editó los libros Quítame estas cruces (Ediciones del Escuerzo, 1982), Tiendas de campaña (Trocadero, 1985), Dos épicas (con Alberto Muñoz, Filofalsía, 1987), Puerto depuesto (Último Reino, 1987), Mujeres (Último Reino, 1989; 2ª edición: Ediciones en Danza, 2005), Misa negra (con Alberto Muñoz, Último Reino, 1992), Poema del amor triste (Ediciones en Danza, 2001), Poemas sin libro (1er premio de poesía del Fondo Nacional de las Artes, Ediciones en Danza, 2002), Muro con lagartos (Ediciones en Danza, 2004), Poemas del sin trabajo (Ediciones en Danza, 2007), Los frutos del apetito (con Javier Cófreces, Ediciones en Danza 2011), Titanes (con Javier Cófreces y Alberto Muñoz, Ediciones en Danza,2014), Bestias pop (con ilustraciones de Rafael Mileo, Pequeño Ratón Ilustrado, 2015). Junto a Javier Cófreces y Gabriela Franco, editó las antologías Última poesía argentina (Ediciones en Danza, 2008) y Primeras poetas argentinas (Ediciones en Danza, 2009). Junto a Javier Cófreces publicó Un palmar sin orillas, antología de la poesía de Francisco Madariaga (Ediciones en Danza, 2009). Editó el casete Mujeres (Circe/último Reino, 1989), donde recita poemas del libro homónimo y otros. Realizó, con Alberto Muñoz, el trabajo de teatro musical Misa negra (1991). Junto al compositor Raúl Mileo, editó los CD A boca de jarro e Irala, sueño de amor y de conquista. Integró el grupo poético La Epopeya, junto a Alberto Muñoz y Javier Cófreces. Fue miembro del consejo editorial de la revista de poesía La Danza del Ratón hasta su último número, aparecido en 2001. Fue secretario de redacción de la revista Babel. En el año 2000 recibió una beca nacional del Fondo Nacional de las Artes. En el 2001 ganó el Primer Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes. Integró la Comisión Directiva de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA).