Micaela Szyniak - siempre estoy en estado de reparación
para probar el valor de las listas
mi novia tiene auto
dejé las drogas por completo
la anterior persona que amé espera un hijo
estuve la noche en que lo de ella y él comenzó
esa noche vomité en el baño
me fui del negocio que fundé
es decir abandoné lo más mío de este mundo
lo dejé para salvarlo
la cerveza cada día me gusta menos
igual gasto todo mi dinero en ella
vivo de dar talleres de escritura
hay una pandemia en este mundo
para ir al supermercado uso barbijo
a veces uso máscara y barbijo
me gusta protegerme doble
me da vergüenza protegerme doble
publiqué cuatro libros
estoy cercana a publicar el quinto
nadie parece grande antes de tiempo
ni siquiera por tomar demasiadas drogas
ver personas es de hecho algo ilegal
vi el cielo derretirse
había luces que salían del abasto
hay personas que aparecen por casualidad
ella y yo aparecíamos siempre en el mismo punto
incluso cuando íbamos en direcciones contrarias
hoy es un día de sol
la pandemia no termina
las nubes pasan y van
una vez vi una anciana transformarse en dios
ella nos indicaba el camino
y seguimos el camino
y seguimos en la tierra
los perros ladraban mucho ese día
teníamos miedo de que hubiera un asesinato
mis amigas y yo fuimos muy jóvenes
cada una está encerrada en un ambiente
creí con fervor en un embrujo
me relacioné de manera torpe con la gente
reparación
siempre estoy en estado de reparación
ayer corté mi cabeza con un matafuego
esto no quiere decir nada
más que un montón de sangre cayendo desde mí
ustedes saben, hay un solo momento en realidad
primero: oh, ha dolido pero iré por mi cerveza
segundo: algo extraño desciende por tu cuello
tercero: tu mano roja, todo lo que existe es rojo
y corrés a tocar la puerta que cerraste
entonces si jamás comprendiste nada del espacio
bienvenidas a mi vida
soy una lesbiana que vive en la Ciudad de Buenos Aires
con las partículas a máxima velocidad a menudo estoy
por ir a buscar Eso y el fuerte mundo me repite
yo no desaparezco, como un reclamo en lengua muerta
el extremo de las cosas se abre paso por mi cuerpo,
entonces, si conocés la mayoría de las
guardias de tu zona y tu
piel está vuelta a reunir
por todas partes
el pacto es algo así: dejá de abrirte
y dejarás de abrirte, mujer
dejá de abrirte y dejarás de abrirte
dejá de abrirte y dejarás de abrirte
dijo el mundo y yo: vale la pena?
mi novia dice: tuya
la pregunta, la tardanza
cuando el auto está
en doble fila, tuyo
el antifaz con el que vas
a recuperar lo seco
incendiás los
restos, te marchás en retro
tuyo el ancestro abandonado
tuyo el ruego, el tiempo
que perdés en ser dos
en pensar por
vos, en sentir “si soy...”
tuya la pregunta ¿a
mor?
tuya la respuesta “yo doy”
tuyo el teclado
tuyo lo inalámbrico
tuya la insistencia
tuya tras la puerta
tuya la pantalla
tuya, está guardada
tuya la luz esa
tuya pava eléctrica
tuyo lo afectado, tuyo yo te amo
tuyas tengo llaves
tuyo un enjambre
tuyo no te encuentro
tuyos los “te llevo”
tuyo el tupper, cielo
tuyos son tres hielos
tuyo, casi silencio
tuyo este misterio.
entrás y salís, es verdad
pero sobre todo entrás
jamás das un portazo te
falta pank, tus yo siento
son sinceros y en tu
quiero, cielo negro, te levantás
sobresaltada son las diez
de la mañana: “estoy bien estoy
organizada” ¿eso
significa nada?, vas forjando
tu camino editorial, ya lanzaste
tu chapita al más allá
y cuando vuelve te
da miedo, con tus brazos
techo austero, todo lo que aprendiste
está quieto en un estante todo lo que
entendiste lo gritaste en un parlante
quedaste afónica en alambres re
pitiendo “si yo antes”: tomabas
merca, tenías onda, tenías
miedo, curtías ronda, todo lo que
perdiste son
agujeros en tu guante, con tus
parches en lo suave abrís
la puerta, pasan las aves, re
gás las plantas, nada es tan grave.