Lumbre - Paulo Caffo
1
escucho el eco de las altas ramas de la noche
como una música que inaugura el silencio de la vida
la noche no la música
la música no la noche
«ya deberíamos saber cómo es el destino» —me decías
cada quien escoge el luto de sus propias heridas
cada quien va borrando sus huellas de vuelo irrepetibles
como un ciego extranjero en otro ciego
como un rostro en el límite deshabitado de otro rostro
escucho el eco de las altas ramas de la noche
3
yo quiero besarla y no me deja
la luna no me deja,
yo quiero besarla bajo el agua,
yo quiero besarla y no me deja;
yo quiero besar
el agua de su silencio de amapola y su cintura de astro;
yo quiero besarla y no me deja,
no me deja el revés de su locura,
el anillo y el fuego blanco de su boca,
la sílaba primitiva de su memoria,
su huella de metal y de relámpago en delirio.
yo quise cambiar mis ojos por la luna y la luna no me deja,
yo quiero besar el eco de la luna y la luna no me deja,
yo quiero hacerle el amor a la luna y la luna no me deja,
yo quise cambiar mi noche por su noche de ánfora y la luna no me deja.
¿dónde está mi luna, mi luna lunera?
¿dónde la noche, mi noche nochera?
yo quiero besarla
como un niño bajo el agua y
la luna no me deja.
5
vestida de pájaros
la mañana vestida viene de pájaros
y es la migración de su canto
como el ánfora que guarda de una muchacha su llanto
no habrá otras mañanas ni otros rostros
más que la frontera de la muerte en su muerte
que a otro lecho a su amado lleve en desventura
«vendrá otro amor» —se mentía
vendrán otros ojos otros lirios como nunca
nunca el acecho anhelante de la primera e inquietante rozadura
la mañana viene vestida de pájaros
nunca como se tiende el sol en su algarabía
nunca como el viaje a los trópicos suicidas
10
El otoño y la mariposa
Gira el sol reciente como todas las mañanas
e irá con su vigor el girasol de casa en casa a
robar la ilusión de la lluvia que se entrega y canta
a veces como una mariposa amarilla y gallarda
libre para anunciar en el otoño su mayor nostalgia
donde todo beso se enciende y donde toda soledad se apaga
imitando lo que antaño el corazón defiende y calla
nada que temer que el tiempo fatigado no alcanza
escapa donde no se encuentre perdida la esperanza
Paulo Caffo (Amarilis, Huánuco, 1987). Miembro asociado fundador y tallerista en la asociación cultural Sembrando Lectores Cosechando Un Mundo Mejor desde el 2013. Su poesía ha sido publicado en los suplementos literarios Librescritura y Aspaviento, en la antología poética 12 Gramos y en la revista literaria Delirium Tremens. Primer puesto, género poesía, del II Concurso de Poesía y Cuento «Premio Diario Ahora 2016», de la ciudad de Huánuco. Actualmente reside en Lima.
Todos los poemas pertenecen al libro en proceso de trabajo Lumbre.