de un lado al otro del mar - Valeria Pariso

1

 

Este es el estado de situación:

El último arrecife  de coral

fue visto hace 6 días.

Atrás quedaron las costas rocosas,

las aguas brillantes de los arrecifes.

El mascarón de proa fue dañado

en su costado izquierdo.

Una mujer de tilo, a la intemperie,

con sus pechos desnudos,

sostiene al mar.

Nada queda de nosotros.

Fumemos bajo las estrellas.

 

 

 

 

3

 

Antes de la hostilidad en el territorio

íbamos y veníamos

de un lado al otro del mar.

Despreciábamos las leyes civiles.

Despreciábamos las leyes militares.

Despreciábamos el derecho canónico.

Ay, querido mío.

Cuántos siglos pasaron desde la última

vez que dijimos: qué importa.

 

 

 

6

 

Hay cosas fáciles de contar.

Por ejemplo:

cuántas manzanas hay sobre la mesa.

Y más:

cuántas rojas, cuántas verdes.

Todo es sencillo mientras el sol

no apunte a lo indecible

y proyecte sombras.

Yo no sé

si la sombra de una manzana cuenta como sombra

o la sombra de una manzana cuenta como manzana.

A esta hora, quién sabe

cuántas manzanas hay.

Cuántas rojas, cuántas verdes,

cuántas manzanas negras sobre la mesa.

Ah. Las manzanas negras.

La cosa se complica cuando hay sombras.

 

Yo caminé hasta apretar mi corazón.

Alguien dirá que esto no cuenta como muerte.

 

 

 

7

 

Mi más querido:

corrí sobre una superficie helada.

Tengo el vestido roto, si me vieras.

Hay marcas de mis manos

sobre todas las puertas.

Ya no recuerdo los nombres ni los números.

Ni cómo te llamabas, ni cómo me decías.

Sobrevivo como algo interminable.

Tengo una paz fundada en la certeza

de que es imposible que me encuentres

y me veas en estas condiciones.       

Mi más querido,

mi ofrenda es lo que queda en tu memoria.

Ahora ya no sé volver a casa.

 

 

 

 

8

 

"no hay árboles. Los hubo en algún tiempo

porque si no ¿de dónde saldrían esas hojas?"

Juan Rulfo

 

En algún momento,

yo debí caminar por el campo

trayendo un puñado de tomillo.

 

Habré pensado:

-con este tomillo asaré la carne,

y estas ramas frescas vestirán la mesa

que atraviesa el patio.

 

Habré cantado feliz

buscando los zapatos, el vestido negro.

 

Seguro hubo una instancia

en que ninguna duda

fue honesta o suficiente.

 

Seguro existió un tiempo

en que fue compartido

el tomillo, la carne.

 

Porque si no,

de dónde vendría este consuelo.

 

 

 

16

 

Dicen que le fue concedido a la mujer desnuda

con su espalda arqueada sobre la proa

el favor de amansar la furia de los mares.

 

Y que no nos fue concedido

a las mujeres vestidas

con las espaldas erguidas sobre la tristeza

el favor del olvido.

 

de Máscarón de proa (inédito)

 

 

Valeria Pariso nació en 1970 en la provincia de Buenos Aires. Vive en Muñiz. Publicó los libros de poesía: "Cero sobre el nivel del mar" Ediciones AqL (2012), "Paula levanta la persiana", Ediciones AqL (2013); "Donde termina esta casa", Ediciones de la Eterna (2015), "Del otro lado de la noche" (2015) Editorial El Mono Armado, "Triza" (2017) Editorial Detodoslosmares. Tiene inéditos los libros "Uva negra" y "Mascarón de proa".

Varios de sus poemas fueron traducidos al portugués y al italiano.

En el año 2014 crea, en Bella Vista, un ciclo de poesía destinado a la lectura de poesía contemporánea entre vecinos que continúa coordinando en la actualidad, incluyendo fotografía a cargo de Karina Giglio y música a cargo de César Jorge.

Coordina talleres de poesía.

Tiene los blogs:

www.tantotequeria.blogspot.com.ar

www.laficciondelolvido.blogspot.com.ar

www.viajaresunpoema.blogspot.com.ar